IA vs BI para empresas, ¿Qué necesitas?
Con toda la atención que últimamente se le está prestando a la Inteligencia Artificial (IA), no es de extrañar que los líderes empresariales se estén esforzando en encontrar formas de implementarla en sus organizaciones. Sin embargo, cuando les pides que definan qué es lo que buscan de ella, sus respuestas a menudo se centran en buscar soluciones que permitan una mejor toma de decisiones empresariales.
Pero, ¿Son esas herramientas impulsadas por Inteligencia Artificial? Cuando oímos hablar de IA normalmente se la relaciona con automatización, modelado de datos, informes y análisis. Pero en realidad no son áreas que estén específicamente vinculadas a la IA; más bien, están realmente dirigidas por otro tipo de software: el de inteligencia de negocio (BI).
Dada la confusión que generan estos dos tipos de “inteligencia”, a continuación puedes encontrar las principales diferencias entre la Inteligencia Artificial y la Inteligencia de Negocio, así como todo lo que puede hacer cada una y en qué pueden ayudar a las organizaciones empresariales.
¿Qué puede hacer realmente la IA?
¿Cuáles son algunos de los componentes principales de la inteligencia empresarial?
Según un estudio realizado por Grupo Aberdeen, las organizaciones que utilizan herramientas de visualización de datos tienen un 28 por ciento más de probabilidades de encontrar información oportuna que aquellas que confían únicamente en reporting.
Seguridad, simplicidad y velocidad son los tres beneficios principales que aportan las soluciones de inteligencia empresarial y que determinan el éxito de las organizaciones. Si bien la IA se centra en ayudar a los ordenadores a obtener una visión totalmente personal, la Inteligencia de Negocio permite que organizaciones enteras obtengan acceso a los datos que necesitan para tomar decisiones rápidas e informadas.
Es innegable que la IA tendrá un gran impacto en las empresas en los próximos años, pero no hay que confundir una cosa con otra. Al invertir en BI, las empresas podrán prepararse mejor para la era de los ordenadores autodidactas y sentar las bases para la futura toma de decisiones por parte de las máquinas.
Fuente: Jet Global