Armas para solventar la carencia de profesionales tecnológicos
Al margen de los despidos anunciados recientemente por algunas grandes tecnológicas a escala global, la falta de profesionales capacitados sigue siendo uno de los grandes retos en el mercado tecnológico español. Se trata de una carencia que en los últimos años se ha hecho endémica y tiene pocas vistas de solventarse, al menos, en el corto plazo. Algunos proveedores multinacionales están intentando surtir de talento a su red de alianzas nacional a través de programas específicos con un rápido reskilling y certificación de profesionales, pero sus esfuerzos son claramente insuficientes frente a la gran demanda.
Y es que las empresas españolas siguen invirtiendo en soluciones de TI y seguirán haciéndolo en 2023. En el segmento de 10 a 200 millones de facturación, por ejemplo, las organizaciones están siendo extremadamente ágiles en su migración a la nube y en su apuesta por el software como servicio (SaaS). La pandemia tuvo un primer impacto en la parte de productividad del empleado que luego ha sufrido una cierta desaceleración, pero desde noviembre de 2020 el resto de áreas y procesos empresariales han recogido el testigo. Necesidades como la reindustrialización, la optimización de procesos y costes, las nuevas exigencias de los consumidores o la sostenibilidad están espoleando las inversiones en TI e impactando la demanda de profesionales en múltiples sectores.
Hoy, existe un gap muy importante entre la disponibilidad y la demanda de talento tecnológico que supone un reto no sólo para el mercado de TI, sino para las empresas en general. Y es que el ritmo al que los proveedores nacionales de TI sean capaces de incorporar este talento será el mismo al que las innovaciones tecnológicas y sus beneficios se trasladen al tejido empresarial.
Nuevo enfoque en la captación del talento
La falta de talento TI en el mercado nacional está transformando las dinámicas de su captación y de su gestión. A modo de ejemplo, las compañías del sector ya no esperan que los profesionales salgan de la universidad para iniciar su incorporación, sino que están adquiriendo un papel mucho más activo y desde fases mucho más tempranas.
Las compañías tecnológicas con una gran presencia nacional también empiezan a apostar por un crecimiento orgánico de equipo y, además, ya no se limitan sólo a las titulaciones universitarias, sino que exploran el potencial de otro tipo de titulaciones, incorporando a profesionales jóvenes para su formación y certificación in-house, con metodologías propias que agilizan su capacitación y transferencia a proyectos en marcha.
Una parte clave en esta capacitación es la dotación de los profesionales de una expertise vertical, con su formación en necesidades de gestión de sectores específicos. Se trata de una capacitación muy necesaria para el mundo laboral, difícil de adquirir en una institución educativa y que las empresas que ya trabajan sobre el terreno sí que están en capacidad de ofrecer.
Eso sí, es muy importante que toda esta inversión en captación y capacitación de talento que están haciendo las empresas de TI también se acompañe de unos programas de desarrollo efectivos y que eviten la rotación. Entre las herramientas para que este nuevo talento costoso de incorporar no rote, destacan: un plan de carrera atractivo y que no se quede sobre el papel, unas activas políticas de cohesión y la adaptación del trabajo al contexto de los nuevos modelos híbridos y online para todas aquellas funciones que no requieran presencialidad.
El talento, donde y cuando se necesite gracias a la digitalización
El teletrabajo y la gestión por objetivos, con su impulso a la conciliación, son una poderosa herramienta de fidelización que están poniendo en práctica muchas empresas tecnológicas a nivel nacional. Allí donde estas políticas se han implantado adecuadamente, se están observando mejoras importantes en satisfacción y también en productividad.
El teletrabajo o los modelos híbridos también dan acceso a un nuevo mercado de talento, compuesto por profesionales que se han formado fuera de las grandes capitales, como Madrid o Barcelona, y que por deseo o necesidad no quieren abandonar sus poblaciones de origen. La pandemia nos ha enseñado que el teletrabajo en TI es una forma efectiva de incorporar talento, en especial en regiones con centros educativos que formen en las disciplinas STEM más demandadas. El mismo, además, revierte positivamente en la economía local.
En el otro lado de la balanza, estos modelos también permiten optimizar el uso de los recursos de TI más especializados y redirigirlos allá donde se necesiten en diferentes puntos de la geografía. Este “balanceo” del talento es posible hoy gracias a la madurez en la transformación digital que está alcanzando el mercado español y la apuesta decidida de las Pymes por las tecnologías cloud.